Los Extraños

La introducción con el texto cliché: “La siguiente historia está basada en hechos reales ocurridos en bla bla bla bla” por sí solo es grave, pero cuando además le imprimen una ronca narración, se vuelve fatal. Bryan Bertino, asume que el público que va a ver la película, es una caterva de analfabetas y decide colocar una “amable voz” que además de ser de ultratumba, parece sacada de un mal doblaje (siendo presentada en su idioma original) de serie de terror de principios de los noventa. Mientras las palabras retumbaban en la sala de cine, en mi cerebro eran traducidas como: “¡Por Dios! ya no hay tiempo, tienes dos opciones: salir corriendo y abstenerte de ver otro intento de terror o quedarte sentado y esperar que la novena a la Virgen Santa Marta haya surtido efecto y salgas satisfecho de haber visto un excelente Thriller”. Luego de elegir la segunda opción, aprendí que la próxima vez debo elevar mis plegarias con mucha más fe.

A pesar de la interpretación de mi mente ante tan nefasta introducción, es mi deber aceptar que el ambiente creado y la fotografía de la producción, estuvieron bastante buenos. De hecho se logra que en varias ocasiones uno se desacomode de la silla luego de un susto. No obstante y tristemente, los momentos de tensión no llenan el gran vacío generado por la falta de un argumento conciso y bien elaborado. De hecho, lejos de eso, Los Extraños goza de una clara ausencia de historia. Nunca se aclara el entorno psicológico de los personajes principales, nunca se conoce la razón que mueve a los extraños a ejecutar sus actos delictivos, nunca se sabe en realidad qué era lo que querían estos sujetos, nunca se sabe nada. Pero lo peor de todo esto, es que ese limbo argumental solo predice una cosa: habrá secuela. ¡Qué desgracia tan infinita!

Con una nómina bastante reducida, le doy gracias a Dios y a la Virgen de Santa Marta, la presencia de Liv Tyler, sobretodo en esta producción tan saturada de primeros planos y tan pocos diálogos. De no haber sido por belleza (y aquí acepto mi falta de objetividad), las innumerables repeticiones de escenas se hubieran tornado insufribles.

En fin, toca seguirle rezando a la Virgencita a ver si algún día volvemos a tener una verdadera película de terror, no como ésta en donde lo realmente extraño es que en medio de tantos desaciertos, logre asustar un poco.

Calificación: 1.5 (En escala de 1 a 5).

RASOFF